Presidente avizora que el 2020 será un gran año para la nación paraguaya

20 diciembre, 201914

Asunción, IP.- El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, llamó a la reconciliación entre paraguayos y se mostró confiado en que el 2020 será un gran año para la nación paraguaya, con un crecimiento del 4  por ciento para el año venidero.

Abdo Benítez realizó este viernes una jornada de Gobierno en el departamento de Caazapá donde inauguró obras para el sector educativo y entregó becas a universitarios, mediante la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

En la primera parte de su intervención, pidió hacer a un lado las peleas estériles que ni siquiera están motivadas por el amor al pueblo, sino por ambiciones desmedidas e ilegitimas para construir una simpatía electoral de cara al futuro. Al respecto aseguró que seguirá haciendo frente a las críticas de sus adversarios y luchando contra la corrupción y la impunidad.

Asimismo destacó la ejecución histórica en materia de obras públicas, así como una mayor inversión en la contratación de recursos humanos para el fortalecimiento del sistema de salud, “hechos que nunca antes se hicieron en el Paraguay”, aseguró.

“La brecha es grande, necesitamos 12.000 recursos humanos para tener un sistema de salud relativamente contenido, pero se está avanzando como nunca y vamos a seguir avanzando para mejorar nuestro sistema de salud», añadió.

Trabajar de cerca con la gente

El jefe de Estado significó que a medida que uno va cumplimiento con las promesas surgen más necesidades y la gente exige el doble. En ese sentido pidió a sus colaboradores a trabajar de cerca con la gente y por sobre todo hablarles con la verdad.

“La verdad, va sanar nuestra nación, por eso debemos hablar con responsabilidad y con seriedad, eso va permitir que nos volvamos a rencontrar los paraguayos. Y la juventud, tiene que ser inquieta, pero tiene que defenderse a sí misma, no a su Gobierno solamente”, añadió.

Estabilidad como avance para generar más inversiones y empleos

El titular del Ejecutivo reconoció que hay muchas deudas históricas y que el mayor reclamo de la gente radica en las oportunidades laborales. En ese contexto sostuvo que la estabilidad es el requisito fundamental para generar un ambiente adecuado para el incentivo de las inversiones.

“El Paraguay no es un desafío solo del presidente, olvídense de eso, es el momento de compartir una corresponsabilidad y de entender lo que necesita el Paraguay para que el anhelo de ese joven y muchos otros se concrete”, subrayó.

Asimismo señaló que se deben respetar los procesos para que el Paraguay avance, dejando de lado las ambiciones personales y priorizando las necesidades de la gente.

“Quiero agradecer a tanta gente que trabajó este año, un año difícil, vamos a tener igual crecimiento a pesar de muchos que esperaban que este año no crezca, el Paraguay va crecer, y el año que viene hay una gran estimación de crecimiento de más del 4 por ciento”, alegó.

En ese orden significó que la economía está recuperada gracias a las decisiones que se tomaron para enfrentar la desaceleración económica que se dio por varios factores que no guardan relación con la administración estatal.

Igualmente se mostró confiado en que el 2020 será un año mejor para la nación, remarcando que la clave está en el trabajo conjunto y la reconciliación entre todos, “Que la Navidad sea una oportunidad para reencontrarse con los verdaderos compromisos asumidos con la nación paraguaya”, expresó.

Resaltó las acciones impulsadas por la Oficina de la Primera Dama

Por otro lado, el presidente resaltó las acciones de voluntariado impulsadas por la Oficina de la Primera Dama, asistiendo a las familias afectadas por las inundaciones y sequias en diferentes zonas del país.

“Hoy de vuelta estamos haciendo una jornada solidaria acá en Caazapá y eso se viene haciendo en cada distrito y en cada rincón de la República del Paraguay, absolutamente de manera voluntaria, el voluntariado, ese vocación de servicio que necesitamos que recuperar”, indicó.

Al respecto también mencionó que la política tiene que ser siempre una vocación y no una defensa de intereses. “El servicio público es una vocación que no tenemos que perder nunca, la vocación de la solidaridad, del reencuentro y de la esperanza”, agregó finalmente.