Nacionales
La historia de Pirayú
En el Departamento de Paraguarí, esta ciudad es conocida por el edificio de su antigua estación de tren, y también por el histórico campamento Cerro León. En este artículo, encontramos los orígenes de Pirayú.
Ángel Piccinini
El 15 de octubre de 1769, Pirayú fue elevada a la categoría de Parroquia por el gobernador Carlos Morphy. Es por esto que la ciudad toma por año de fundación esta fecha. Sin embargo, los orígenes de Pirayú se remontan más atrás en el tiempo, entrelazándose con las dinámicas de la colonización española y la vida de los pueblos indígenas.
La ciudad de Pirayú se asentó al pie del cerro Ybytypané. Su nombre proviene del valle que se extendía desde los tres cerros de Paraguarí, limitado por la cordillera al este y por la cordillera de Ybytypanemá al oeste, abarcando incluso el lago Ypacaraí hasta el río Paraguay.
El nombre del valle probablemente la habrían bautizado los mbyá guaraní que la habitaban la zona a la llegada de los españoles. La etimología más difundida de la palabra “Pirayú” sugiere que sugiere que proviene de las palabras guaraníes “pira” (pez o pescado) y “yju”, una versión abreviada de “sa’yju” (amarillo o dorado), haciendo referencia al pez conocido como dorado (Salminus brasiliensis). Otra interpretación propone que “yu” podría significar “aguja”, en referencia a un pez con una extremidad puntiagudo.
Un poblado puede tener varios orígenes. Puede ser por fundación, un punto de control, un fortín/presidio, lugar de una antigua población nativa, una estancia privada o estatal, un cruce de caminos, etc. La génesis del pueblo podría rastrearse al cruce de las vías que unían Yaguarón con Tobatí y Asunción con Villa Rica, surgiendo tal vez alrededor de una pulpería.
La importancia de este cruce se evidencia en documentos del Archivo Nacional de Asunción que datan de 1704, donde se menciona el “Valle de Piraiu” o “Valle de Pirayu”. Estos documentos revelan la petición de los vecinos para reabrir un camino ancestral que unía Asunción, Pirayú y Villa Rica, el cual había sido desviado por un propietario, dificultando el tránsito y el comercio.
En un mapa de 1733, basado en la obra de Jean-Baptiste Bourguignon d’Anville, ya aparece Pirayú como un poblado establecido, junto a otros más antiguos como Altos. Esto sugiere que Pirayú ya existía como asentamiento mucho antes de su fecha a elevación de parroquia.
La tradición oral cuenta que Pirayú fue tomando forma alrededor de una capilla perteneciente a la familia Gayoso. Esta capilla, posteriormente donada a los franciscanos de Yaguarón, habría sido el núcleo inicial del asentamiento. Otra versión, atribuida a fray Antonio S.C. Córdoba, sugiere que fue fundada por el mismo fray Luis de Bolaños, conocido por el milagro del Ypacaraí. Esta teoría sitúa la fundación antes de 1618, cuando Bolaños abandonó Paraguay.
La evolución de Pirayú como asentamiento y luego como parroquia queda vívidamente retratada en los testimonios de dos importantes figuras de la época colonial: Félix de Azara y Juan Francisco de Aguirre. Sus observaciones y censos nos proporcionan una ventana invaluable a la realidad de Pirayú en las últimas décadas del siglo xviii.
Félix de Azara, reconocido naturalista y cartógrafo español, visitó Pirayú, el 28 de julio de 1784, apenas quince años después de su elevación a parroquia. Su descripción nos ofrece una imagen vívida del asentamiento:
“Pirayú Parroquia-Consiste en una pequeña capilla cubierta de teja con quince ó veinte ranchos que la circundan, y dependen de ella 300 casas que tienen más de 1500 españoles esparcidos en costas del valle desde el Paraguay al estremo meridional de la laguna Ipacaray”.
Azara proporciona datos geográficos precisos para la época, situando Pirayú en la latitud 25° 29′ 19″ Sur y 0° 25′ 48″ de longitud Oeste de Asunción. También menciona que desde allí se podía divisar el cerro de Paraguarí al S. 35° 30′ E.
En un censo posterior realizado en 1793, Azara registra la fecha de fundación de la parroquia como 1769 y actualiza las coordenadas a 25° 29′ 19″ de latitud austral y 59° 34′ 5″ de longitud Oeste de París. En este censo, Azara contabiliza 2,352 almas en Pirayú.
Por su parte, Juan Francisco de Aguirre ofrece un censo más detallado de 1782, que arroja una población total de 3.011 habitantes en el Valle de Pirayú. Este censo desglosa la población de la siguiente manera:
• 11 españoles adultos
• 1.008 españoles americanos (277 párvulos)
• 1.218 españolas americanas (302 párvulas)
• 128 indios criollos (33 párvulos)
• 254 indias criollas (38 párvulas)
• 9 indios originarios
• 9 indias originarias (3 párvulas)
• 114 negros y mulatos libres (42 párvulos)
• 149 negras y mulatas libres (35 párvulas)
• 100 negros y mulatos esclavos (33 párvulos)
• 136 negras y mulatas esclavas (42 párvulas)
Este censo nos revela la diversidad étnica y social de Pirayú, mostrando una sociedad colonial estratificada pero mixta. La presencia de españoles americanos (criollos) como el grupo más numeroso, seguido por una significativa población indígena y afrodescendiente, tanto libre como esclava, nos habla de una comunidad en pleno proceso de mestizaje y cambio social.
Es interesante notar la discrepancia entre los datos de población proporcionados por Azara (1.500 españoles en 1784 y 2.352 almas en 1793) y los de Aguirre (3.011 habitantes en 1782). Esta diferencia podría deberse a varios factores: diferentes métodos de conteo, variaciones en la definición del área considerada como parte de Pirayú, o incluso fluctuaciones reales en la población debido a migraciones o eventos demográficos. Sin embargo, el nivel de detalle en el censo de Aguirre, junto con su reputación de haber escudriñado minuciosamente el Archivo de Asunción, nos inclina a confiar más en sus cifras.
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