Cuando la ansiedad afecta la vida

Sentir ansiedad es una reacción natural ante cierto tipo de situaciones y es algo que todos experimentan en diferente medida a lo largo de sus vidas. En muchas de estas situaciones se trata de un sentimiento perfectamente natural; sin embargo, a veces esos sentimientos pueden ser constantes, abrumadores o desproporcionados en relación a la situación que se atraviesa, lo que termina afectando la vida diaria.

Por Fabiola Román, bióloga

La buena noticia es que se conocen estrategias capaces de ayudar a hacer frente a la ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una sensación de inquietud y se manifiesta como una preocupación o miedo, que puede ser leve o severa.

La ansiedad puede hacer que nuestro corazón se acelere, también podría aparecer una sudoración inusual, acompañada de temblores o respiración agitada. Además de eso, la ansiedad también puede causar cambios en nuestro comportamiento, como ser demasiado cuidadoso o evitar cosas que desencadenan la ansiedad.

Una de las características más resaltantes que tiene una persona ansiosa es que la presencia de cierto problema puede generar una preocupación fuera de proporción, o dicho de otra manera, una exagerada preocupación por algo que es relativamente inofensivo. La persona puede sentirse más abrumada, lo que termina interfiriendo con nuestras vidas y relaciones cotidianas.

¿Qué causa la ansiedad?

La ansiedad afecta a todos de manera diferente y puede ser provocada por diversas situaciones o experiencias. Es la reacción natural que tiene nuestro cuerpo frente a la percepción de un riesgo, centrando nuestra atención y brindándonos una oleada de adrenalina para reaccionar, a veces llamada respuesta de “lucha o vuelo”.

Existen casos en que es difícil saber qué es lo que le está poniendo nerviosa a una persona y, esa situación puede ser molesta o estresante. Es por eso que aprender a reconocer lo que te está poniendo ansioso puede ayudar para que puedas lidiar mejor con la incertidumbre.

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Hay muchas cosas que pueden influir en nuestra salud mental, como nuestra educación, entorno infantil, cosas que nos suceden e incluso, nuestro temperamento. Por todos estos motivos, es recomendable buscar información sobre lo que afecta nuestra salud mental y qué apoyo está disponible para los desafíos de la vida.

Consejos principales para hacer frente a la ansiedad

Los consejos que los profesionales dan a las personas son varios y algunos de ellos funcionan mejor en unas personas que en otras. Algunas personas encuentran útiles, por ejemplo, los ejercicios de relajación, atención plena o respiración. Reducen la tensión y enfocan a la conciencia en el momento presente.

Otra recomendación es intentar comprender a la ansiedad. La persona que presenta ansiedad puede mantener un diario de lo que está haciendo y cómo se siente en diferentes momentos para ayudar a identificar lo que le está afectando y en qué necesita tomar medidas.

Tómese el tiempo para las preocupaciones. Si la preocupación es abrumadora y se apodera de su día, establecer un “tiempo de preocupación” específico para pasar por sus inquietudes cada día puede ayudarlo a concentrarse en otras cosas.

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Una recomendación muy útil también es enfrentar las cosas que se quiere evitar. Es fácil evitar situaciones o confiar en los hábitos que nos hacen sentir más seguros, pero estos pueden mantener la ansiedad. Al desarrollar lentamente el tiempo en situaciones preocupantes, los sentimientos ansiosos se reducirán gradualmente y verá que estas situaciones en realidad no están tan mal.

Otra recomendación sugiere que, si nos sentimos ansiosos por algo, podríamos quedarnos atrapados en los detalles y dejar de ver las cosas racionalmente. Pensar en su problema o situación desde la perspectiva de otra persona puede hacer que sea más fácil encontrar un plan.

Todos lidiamos con la ansiedad, pero esta puede afectar a distintas personas en maneras y con intensidades diferentes. Si estás lidiando con niveles altos de ansiedad por largos periodos de tiempo, o conoces a alguien que está pasando por eso, es importante buscar consejos de fuentes confiables; y, siempre que se pueda, solicitar la asistencia de un profesional de la salud mental.

Fuente: Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.

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